viernes, 1 de junio de 2012

Tour profesional de ilustración: México-Bogotá


Abril Castillo


Es usual la comparación de las profesiones creativas con el juego. Baste ver el quehacer de artistas-diseñadores-ilustradores como Isidro Ferrer, invitado del congreso de ilustración fig.02, para comprobarlo. Así, hay que tomar ese juego cotidiano con la seriedad de un niño, como describe Cortázar, y disfrutar de todos los eventos culturales, que no son otra cosa que la hora del recreo que, igual que tantos momentos ansiados, terminan por volverse una tradición.


            Muchos ilustradores esperan, como quien espera la navidad, la Feria del Libro de Bolonia, la Bienal de Bratislava; en México la FILIJ y, desde hace dos años, Filustra (congreso de la FIL organizado por la agencia de ilustradores Pencil). Y ahora en Bogotá, acaba de celebrarse el segundo año del congreso internacional de ilustración fig.02, organizado por {img.}proyectos.

En su primera emisión, los organizadores (José Rosero, Diana Arias y Jorge Restrepo) consiguieron gestionar la participación de invitados de toda Iberoamérica. El fig.01 contó con invitados de la talla de Alfonso Ruano (Esp), Alejandro Magallanes (Mx), Manuel Monroy (Mx), Jairo Buitrago (Col), Rafael Yockteng (Col), Gerald Espinoza (Ven), Marta Vicente (Arg), Diego Bianki (Arg) y Luis Scafatti (Arg). Este último impartió un taller, organizado por Tinto&Tinta (hoy Casa Tinta), dirigido a estudiantes y profesionales de la ilustración. 


Pero este año se volaron la barda no sólo al traer a Isidro Ferrer (Esp) (cuyo taller prácticamente me hizo viajar a Colombia), Wesley Burt (EU), joven de increíble talento de concept art; Alberto Montt (Ch), famoso por sus dosis diarias, Gabriel Pacheco (Mx), Cecilia Rébora (Mx), Valeria Gallo (Mx), Amadeo González (Pr), que no sólo hace unos fanzines con mucho corazón, sino que tiene su propio grupo de rock; y Kestutis Kasparavitius (Lt), ilustrador lituano que hizo una jirafa de unos seis metros de largo, con un grupo de niños que se empeñaba en pintar afuera del papel. 


El congreso duró tres días, y para asistir era necesario inscribirse y cubrir una cuota. Hubo cerca de doscientos asistentes, entre estudiantes, maestros, editores, ilustradores e interesados en este arte y profesión. Para el cierre, de entrada libre, se contó con la presencia de proyectos que vale la pena destacar, como la revista Caldo de Cultivo, de España, y la Editorial Robot, de Colombia, dirigida esta última por el increíble Trucha Frita.


El país invitado de la Feria internacional del Libro de Bogotá (FILB) fue Brasil, y en su pabellón había libros que suele ser raro encontrar en México, y otros que por suerte la distribuidora mexicana Libros para Soñar trae bastante, como los de la editorial Callis (y varios ilustrados por la mexicana Cecilia Rébora). Algo memorable fue conocer a Roger Mello, ilustrador brasileño cuyo trabajo deja sin aliento, y tiene una decena de libros publicados, de los cuales tristemente ninguno se consigue en México.


En el recibidor de la Sala Leon de Greiff, en la cual tuvo lugar el congreso, se montó la exposición “La impredecible gráfica brasileña”, con trabajos de artistas jóvenes de dicho país. Asimismo, se podía encontrar una muestra de México, en un muro de la misma sala, donde se colocó una selección del XXI Catálogo de Ilustradores de Conaculta, y en el exterior de la entrada y en dirección al pabellón de libros infantiles y juveniles, la exposición del Segundo Catálogo Iberoamericano de Ilustración, organizado por Fundación SM, El Ilustradero y la FIL de Guadalajara.


Además, en el marco del congreso,  se generó y publicó la Memoria del fig.01, con textos de Alfonso Ruano, Juan Martínez Moro y Jairo Buitrago, entre otros. Lo que sí se extrañó (mucho) fueron las fotos e ilustraciones, el lector no deja de sentir un profundo desasosiego al abrir la memoria de un congreso de ilustración y ver imágenes sólo construidas por las palabras. Esperemos que la memoria de este año sea despampanante.

La novel Casa Tinta tomó la decisión de que este año se impartieran cinco talleres simultáneos, lo que posicionó el proyecto con una gran entrada en escena (luego de dejar de ser Tinto&Tinta), pero también causó que, como en las fiestas que reciben a demasiados invitados, los anfitriones no pudieran gozar de los talleres, como sí ocurrió el año pasado. Gajes del oficio.

Todos los talleres se llenaron, y fue un gran acierto que cada uno estuviera dirigido a diferentes públicos. Wesley Burt y el concept art, Gabriel Pacheco y la construcción de un discurso bien conceptualizado a través de la ilustración, Kestutis Kasparavitius en el mencionado taller dirigido a niños de la jirafa gigante, y el taquillero Isidro Ferrer que tuvo que prolongar su estancia y dar dos talleres. 


Pero luego del congreso no es que los ilustradores se duerman y vuelvan abajo de sus piedras. Para enriquecer y darle seguimiento a la profesionalización a lo largo del año, en Bogotá está la propuesta de educación continua con talleres organizados y gestionados por Casa Tinta. O bien esas maravillosas librerías independientes como Casa Tomada, que a veces se extraña que en México no haya más. En Medellín desde el año pasado está el proyecto Averyoveo, que da talleres para niños y profesionales.

Lo cierto es que en nuestro país, la UNAM en la Academia de San Carlos y la Casa Universitaria del Libro, ofrece cursos, talleres y diplomados. Así como la Galería Vértigo que a lo largo del año trae a numerosos artistas internacionales y, junto con otros tantos nacionales, genera una cartelera de talleres de profesionalización que vale la pena seguir. Por su parte, el Centro Cultural deEspaña en México, Conaculta y distintas universidades, generan en sedes variadas (Oaxaca, Xalapa) el Circuito Académico de primavera y de otoño, para dar continuidad a la profesionalización.

La FILIJ además, organiza concursos, como el de cartel invitemos a leer, el de ilustradores, el de cuento, y desde el año pasado, el de libro ilustrado (publicado e inédito). El Ilustradero, por su parte, organiza junto con Fundación SM, el Catálogo Iberoamericano de Ilustración que desde este año es gratuito y la inscripción en línea. Y con el proyecto Iberoamérica ilustra, se han generado a partir del catálogo y su itinerancia iberoamericana, talleres para niños y profesionales, para mantener así viva la especialización.

El próximo año Bogotá promete mucho, pues no sólo tendrá lugar el fig.03, sino que Fundación SM prepara por segunda vez, el trianual Congreso Internacional de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (Cilelij), así que los interesados, vayan preparando motores. En México será una lástima que este año no se celebre Filustra en la FIL de Guadalajara, si bien ya tiene varias sorpresas preparadas para los ilustradores; aun así, vale mucho la pena ir. Ya veremos qué invitados apantallantes trae la Filij, que cada vez refuerza más el papel del ilustrador en esta feria en principio dedicada a los niños, pero en seguida sede también de profesionales de la ilustración.

Este juego es nuestra profesión y, como tal, la capacidad de crecimiento como profesionales se enriquece con el intercambio, y genera la sensación de estar viviendo una suerte de sueño bolivariano.

Entrada al congreso
Expo Catlber
Taller Kestutis

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