viernes, 16 de septiembre de 2011

A fuego

MÉXICO ES POTENCIA MUNDIAL EN FOTOGRAFÍA
Entrevista a José Antonio Rodríguez
Por Santiago Robles Bonfil y Karina Ruiz Ojeda

José Antonio Rodríguez (México, 1961) dice que cualquiera puede hacer fotografía, hasta los primates. Lo que no puede hacer cualquiera, dice el historiador, es pensar la fotografía y hacer un discurso visual complejo. Rodríguez es, además de historiador y crítico de la fotografía, curador y editor de la revista Alquimia, órgano de difusión del Sistema Nacional de Fototecas-INAH.
Algunas de las curadurías que ha realizado con sus respectivos libros y catálogos son:
Manuel Álvarez Bravo: los años decisivos (Museo de Arte Moderno, 1992); Corazón de mi corazón. 13 años de fotografía polaroid de Lourdes Almeida (INBA-Museo Estudio Diego Rivera-Museo Biblioteca Pape-Redacta, 1993-1994); Franz Mayer, fotógrafo (Museo Franz Mayer, México, 1995); Mexican Landscapes, 1858-1910 (Fotofest, Houston, 1996); Looking at the 90’s. Four Views of Current Mexican Photography (FotoFest, Houston, 1998); 10 Mexican Photographers: A Select end-of-the Century Generation (Lehigh University, Pennsylvania, 1999), entre otros. Platicamos con él aprovechando su estancia en la ciudad de Oaxaca del 5 al 8 de septiembre de 2011, cuando impartió un seminario sobre fotografía contemporánea mexicana, en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.

A Fuego: ¿Sobre qué temas platicaron en el Seminario de Fotografía Contemporánea?
José Antonio Rodríguez: Vine a ofrecer una de las historias contemporáneas. Yo creo que uno no puede hablar de una sola historia de la fotografía contemporánea, sino de muchas historias. Ofrezco una de las historias posibles de la fotografía contemporánea. No abordo el fotoperiodismo, escasamente el fotodocumentalismo; muestro más bien una manera de la fotografía contemporánea en donde se manifiesta mucho la experimentación, la autorreferencialidad, la autorreflexión de los mundos de los fotógrafos.

AF: ¿Quiénes son los personajes destacados de la historia que propones?
JAR: Muchísimos. Curiosamente domina la presencia femenina en la fotografía contemporánea, y he visto muy diversos autores, sobre todo autores que surgen a partir de la segunda mitad de la década de los noventa. Para mí la fotografía contemporánea surge o comienza a desarrollarse de manera diferente a partir de 1994. En este año suceden tantas cosas, sociales y políticas, que terminaron afectando el mundo de la creación de las imágenes: el surgimiento del EZLN, la implantación del TLC, los asesinatos políticos, el de Colosio, el error de diciembre, y la llegada a México —dentro de toda la zozobra social— de la fotografía digital. Muestro cómo lo social, cómo la historia nos determina para encaminarnos hacia cierto tipo de historia de la fotografía contemporánea.

Marianna Dellekamp, de la serie In Situ, impresión digital, 1995

AF: En 1992 curaste una exposición de Manuel Álvarez Bravo en el Museo de Arte Moderno. A casi veinte años de esta muestra, ¿cómo se puede releer su obra?
JAR: Manuel Álvarez Bravo es un creador enormemente rico, en el sentido de una riqueza simbólica y visual. En 2012 se hará una gran exposición de él en el Palacio de Bellas Artes, en donde también estoy invitado a colaborar. Yo creo que las lecturas sobre don Manuel no se terminan, yo en 1992  hice una exposición de sus primeros años, que me parecen los más ricos —de 1925 a 1945—, lo planteé como un proyecto que denominé Los años decisivos, y así se llamó la exposición. A casi veinte años yo creo que es fundamental seguir leyendo la obra de Manuel Álvarez Bravo.

AF: Antes era muy importante dominar las técnicas para ser artista, ¿con la fotografía digital reivindicas todavía aprender las técnicas de composición, saber de laboratorio? ¿O la fotografía ya se trata de otra cosa?
JAR: La técnica se aprende rápido, o relativamente rápido. Lo que no se aprende rápido es a conocerse a uno mismo y a saber pensar en imágenes, eso es mucho más lento. Para mí es más importante la enseñanza y la reflexión sobre el pensamiento de la fotografía que sobre las cuestiones técnicas.

 Gerardo Montiel Klint, obreroasesinado, de la serie Desierto, 2001-2005

AF: No importa si usas una cámara súper compleja o una de celular…
JAR: Son meras herramientas. Son máquinas, y las máquinas no piensan. Quien debe pensar es el hacedor de las imágenes.

AF: ¿Nos puedes contar algo de tu labor en el SINAFO (Sistema Nacional de Fototecas)?
JAR: Soy historiador de la fotografía. No únicamente historiador de la “fotografía histórica”, sino también de la contemporánea. Esto me ha hecho trabajar con muy diversas fototecas, archivos históricos, tanto privados como públicos. Yo hago para SINAFO la revista Alquimia, que es una revista especializada en la historia de la fotografía y en archivos. Es el órgano de difusión de todo lo que está sucediendo en la historia de la fotografía, quiénes están trabajando, qué están haciendo. Nuestro próximo número es sobre las nuevas historiadoras de la fotografía. No solamente como un ámbito profesional, la historia de la foto, sino también como un ámbito de conocimiento hacia el pasado.

AF: Has mencionado que últimamente hay muchas autoras, tanto fotógrafas como historiadoras, ¿a qué crees que se deba este fenómeno?
JAR: No lo sé. ¿Acaso porque son más inteligentes las mujeres? Pero lo que sí he percibido es que hay más presencia femenina en este ámbito, y que están haciendo cosas muy interesantes; no sólo las historiadoras que están pensando las imágenes, sino las fotógrafas.




AF: ¿Qué te interesa de lo que has visto en fotografía últimamente?
JAR: He visto demasiadas cosas. Lo que a mí me interesa es cómo el fotógrafo puede reflexionar sobe su vida y cómo puede trasladar su propia vida a imágenes bidimensionales. A ese acto intelectual y artístico le he puesto mucha atención desde hace ya algunos años.

AF: ¿Crees que México tenga las capacidades y la infraestructura técnica para formar fotógrafos que compitan con las grandes potencias a nivel mundial?
JAR: México es potencia en fotografía. Hay una sólida cultura de la fotografía: somos uno de los diez países en el mundo con mayor cultura fotográfica.

AF: La fotografía mexicana siempre la protagonizan grandes figuras como Manuel Álvarez Bravo, y quizás hay muchos fotógrafos a los que no se les da oportunidad…
JAR: No lo creo. Hubo un tiempo en que la presencia de Álvarez Bravo fue muy fuerte, pero hoy hay otras presencias sólidas. La fotografía contemporánea mexicana y la fotografía histórica se han visto mucho en el mundo. El trabajo de Álvarez Bravo se tiene que ver como un trabajo generacional, no es la única figura de los treinta, ni de los cuarenta, ni de los cincuenta; hay otros grandes fotógrafos como Emilio Amero, Agustín Jiménez, Aurora Eugenia Latapí. No se puede entender la presencia de Manuel si no se entiende a nivel generacional.

AF: Gracias José Antonio.

Revista Alquimia, mayo-agosto 2009, no. 36, Carlos Jurado y el arte de la aprehensión de las imágenes

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