martes, 31 de mayo de 2011

A Fuego

EL MEJOR ARTE ES EL QUE PUEDE PARTICIPAR SIN ESTORBARLE A LA REALIDAD


Entrevista con DANIEL GUZMÁN


                                                  Por Santiago Robles Bonfil
                                                     en colaboración con Karina Ruiz Ojeda


Daniel Guzmán (Ciudad de México, 1964) es un artista visual conocido por su práctica en el dibujo principalmente, pero también hace instalación y video. Ha tenido exposiciones individuales en países como Inglaterra, Estados Unidos, Holanda, Suiza, Polonia, Japón, y Francia. Es fundador de la galería Kurimanzutto y de varios proyectos colectivos. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores y del grupo de rock Los Pellejos.


Santiago Robles: ¿Por qué decidiste estudiar arte y no cualquier otra cosa?
Daniel Guzmán: No me decidí a estudiar arte, más bien estudié primero diseño en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Después decidí cambiarme a Artes Visuales.

SR: ¿Qué maestros tuviste en la escuela?
DG: Los tres maestros que fueron fundamentales para mí: Gilberto Aceves Navarro, que me dio dibujo, con él estuve tres años en su taller; Tomás Gómez Robledo, que me dio composición; y Guillermo Santamarina, un curador importantísimo en México durante los noventas y un poco antes.

SR: Dice Aceves Navarro que el dibujo es un quehacer que lo salva y lo reconcilia, fortaleza y trampa continua, ¿cómo fue tu relación con el dibujo estando en su taller?
DG: Yo me formé con mucha disciplina con él, porque eran horas y horas de trabajo: de aprender a ver, a manejar las herramientas: pincel, lápiz, pintura. Lo que aprendí de él es, fundamentalmente, que hay que aprender a trabajar para tener claridad en lo que haces.

SR: ¿Y a partir de ahí comenzaste con el blanco y negro?
DG: Sí, la técnica que más me gustó fue la tinta china. Me di cuenta, saliendo de la escuela, de cómo podía utilizar el lenguaje del dibujo. Redescubrí mis pasiones muy tempranas de niño, como los cómics, gracias a mi amigo Abraham Cruzvillegas.



Abi Road. De la serie La búsqueda del ombligo. 2006 - 2007.


SR: ¿Nos puedes contar de ese encuentro con Cruzvillegas y con Damián Ortega?
DG: Abraham y Damián Ortega se metieron al taller de Aceves Navarro, y empezamos a platicar. Abraham para mí fue fundamental, porque fue el primero que me invitó a trabajar en un espacio no artístico, en un departamento en el centro de la ciudad de México haciendo instalaciones. De ahí ya no regresé a la escuela, seguimos haciendo otros proyectos. Luego se creó el grupo Temístocles 44.

SR: ¿Desde entonces ya acoplabas la temática musical en tu trabajo?
DG: La música siempre estuvo en mi trabajo, pero más bien en mi vida. Me gustaba ilustrar las portadas de mis discos y de los libros que llevaba a la escuela.

SR: Relacionando esto con tu origen, ¿cómo ha sido tu relación con lo oaxaqueño?
DG: El carácter de lo oaxaqueño ha estado, no en el sentido formal, sino en cómo se realiza el trabajo. Entendí, por ejemplo, que podíamos participar de un trabajo colectivo, eso siempre lo vi en el pueblo de mi madre, Yosondúa, en la Mixteca Alta de Oaxaca. Me gusta hacer trabajos en colaboración con mis amigos, para mí eso es importantísimo.

SR: A partir de que empezaste a generar estos proyectos colectivos, ¿en qué momento sentiste que tu profesión ya estaba cuajando en ti?
DG: Empecé a principios de los noventas, son veintitantos años de trabajo. Durante los últimos años he podido vivir directamente de mi trabajo sin necesidad de hacer nada más, pero fue resultado de un aprendizaje y una constancia muy larga. También es cuestión de suerte, no hay una fórmula. Lo importante es ir construyendo cosas que te hagan sentirte pleno.




New York Groove. Still de video. 2004


SR: Respecto a tu forma particular de ver el arte, ¿consideras que el arte sirve para transformar a las personas? ¿Cuál es tu punto de vista respecto de la relación entre arte e individuo o arte y sociedad?
DG: Yo creo que el arte sí transforma a las personas. Para mí, muchos artistas, muchas obras, me han permitido tener aunque sea un poquito de esperanza cuando las cosas se ponen difíciles. Pienso que el arte también se vuelve invasor casi de toda la intimidad, el campo de acción del arte contemporáneo puede entrar a cualquier lugar. El mejor arte es el que puede participar sin estorbarle a la realidad.

SR: Como expositor o como partícipe del arte contemporáneo, ¿piensas que el arte contemporáneo es poco comprendido por la sociedad? ¿Está la sociedad separada del arte?
DG: Creo que ya no vemos con nuestros ojos, vemos más con la idea que tenemos plantada del mundo. El arte contemporáneo se ha vuelto una práctica muy abusiva de la realidad. Por otro lado, educarse es una obligación tanto del creador, como del público. No puedes dar por hecho que el artista es el responsable absoluto de esa obra y que tiene que dar todas las instrucciones.

SR: Hablando del contexto actual de nuestro país, ¿cómo consideras que debería acercarse el arte? ¿Crees que exista una relación entre el arte actual y la situación de violencia que vivimos?
DG: Hay artistas que están tratando esta realidad violenta, de forma interesante y desde hace mucho tiempo. Teresa Margolles, por ejemplo. Tal vez la gente más joven, que está metida en el fragor de todo este desmadre, es la que va a sacar mejores obras. Un artista que está formado 20 o 30 años en otros temas, le es muy difícil meter este asunto, me parece que sería absurdo tocarlo por el simple hecho de que está pasando…

SR: Sólo porque está de moda, quizás…
DG: Sí, aunque me parece importante que se haga.

SR: ¿Y es para desarrollar una temática personal, adentrarse en un tema y tratar de escudriñarlo, que tú has decidido trabajar por series?
DG: Sobre todo en los dibujos, hago series. Con la escultura y los videos es más abierto, es una idea y no tiene reflejo en otras obras.

SR: ¿Nos puedes comentar algo acerca de tu trabajo escultórico, que quizás no es la primera referencia que se tiene de tu trabajo? Hay una exploración y un interés por el objeto…
DG: Muchas de las esculturas que hago, que luego me parecen como chistes, son casi como objetos hallados, eso también lo aprendí mucho de Abraham y de Damián. Me encuentro un bote de pintura todo golpeado, con salpicaduras, y a mí me parece que es algo extraordinario, algo cercano a lo gestual, a la pintura abstracta que me gusta.

SR: Que sería el caso de Sigue siendo rock and roll
DG: Sí, la pieza en el campo trillado del rock and roll. Pero  hay otras que tienen un aire un poco más abierto. Como los objetos construidos con herrería a partir de dibujos del Hombre araña, que surgen del puro placer de descubrir cómo la línea se puede transformar en una cosa volumétrica, tridimensional.



Sin título. 2006




SR: Daniel Guzmán trabaja, entre muchas otras, para la Galería Kurimanzutto, en el D.F., ¿cómo ves esta galería dentro del contexto mexicano y global?
DG: La galería es el punto final de muchas carreras y de mucha experiencia de gente que creció en los noventas trabajando sola. Durante ocho años, no teníamos un espacio real, era una oficina y los proyectos eran en la calle, la primera exposición fue en un mercado, se llama Economía de mercado. La galería ya tiene un espacio real, pero no está cerrada las experiencias que se dan fuera de la galería.

SR: Regresando a tu obra personal, ¿cuáles son las piezas que resultan más significativas para ti y por qué?
DG: La primera serie de dibujos que hice, Carne negra, que fue fundamental porque entendí que el lenguaje del dibujo podía participar de muchas cosas más. Y New York groove, un video que hice con mis amigos, que es un recorrido en la calle, en medio de los vendedores ambulantes del Eje Central.

SR: Ahora estás impartiendo clases de dibujo en La Curtiduría, dentro de las Clínicas para la Especialización en Arte Contemporáneo (CEACO), ¿qué te entusiasma de dar clases?
DG: El comunicarte con alguien que esté interesado en el campo del arte me parece importante, porque puedes importar información, mejores formas de lectura del trabajo, o generar un interés real. No me gusta dar clases, en el fondo soy muy tímido. También lo que agradezco de mi trabajo es que me ha hecho más valiente.

SR: Más allá del éxito comercial, que ya sabemos que tienes, ¿cómo te ves en unos 20 años, qué te gustaría estar haciendo?
DG: Yo lo veo muy lejos, no me interesa pensar en cinco años, me interesa pensar en septiembre o en mañana. Para mí eso es lo más importante.

SR: Gracias Daniel. Buena Ondiux.









Maqueta del cuaderno de artista Materia Obscura, 2011


A finales de septiembre de 2011, Daniel inaugurará Materia Obscura, una muestra individual en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca.


1 comentario: