Por Santiago Robles
Love is in the air |
No
podemos evitar considerar el entorno político-electoral en el que nos
encontramos, estamos a un día de la elección presidencial, por lo tanto me
gustaría saber desde tu perspectiva ¿qué implica para ti el escenario de los
más de 60 mil muertos de la guerra contra el narco? ¿Cuánto le cuesta a la
clase media y alta, retratada en tus piezas, su seguridad, es decir, la gente
que vive en nuestro país en entornos "seguros" lo hace a costa
de las vidas que se ponen en riesgo?
Estas son, creo, varias preguntas en una. Intentaré responder
a todo, pero lo haré por partes. Primero, respecto de la violencia y la cifra
indecible de muertos –porque si oficialmente se reportan 60 mil, estoy seguro
que son muchísimos más de los que no sabemos ni sabremos- que la estúpida y
absurda “guerra contra el narco” ha desatado, para temor y angustia de todos
los mexicanos en el presente sexenio, es de magnitud tal que difícilmente será
controlada: gane quien gane las elecciones y cómo las gane –pues no espero una
inédita transparencia en los comicios- no podrá detener la violencia ni
reconstruir por decreto el, tan citado últimamente, tejido social. No creo que
los más de 300 mil sicarios que hay en el país, muchos de ellos menores de
edad, vayan a inscribirse a una tele-secundaria o bien trabajar felices en una
maquila por el paupérrimo salario mínimo; tampoco creo que el ejército,
brutamente empoderado, vaya a volver tranquilamente a sus cuarteles ante la
sucesión presidencial. Esta violencia, que no responde a moral o ética algunas,
la vamos a arrastrar por generaciones y nos va a costar mucho borrarla a todos
los ciudadanos, pues es a todos a quienes afecta y es de todos de donde se
alimenta.
Segundo, me preguntas cuánto le cuesta a la clase media y alta su
seguridad; te contesto que no tengo la más remota idea, ni es ese un contenido
que yo pretenda problematizar en mis piezas. En Región 4, y en otros proyectos, he recurrido a la representación del
guardaespaldas porque los encuentro el símbolo más patético de la ineficiencia
y parcialidad del Estado: el pacto entre sociedad y gobierno se otorga con base
en dos garantías fundamentalmente 1) la seguridad de los ciudadanos y 2) en el
caso de los países capitalistas, claro, la protección absoluta de la propiedad
privada. Cuando en México, aún las clases más altas se sienten desprotegidas
–ya ni que decir de la inmensa mayoría que somos todos los demás- al grado de contratar guardias blancas que
velen por su integridad física y la de sus propiedades, el “pacto” es entonces,
desde mi punto de vista, puro cinismo, y los guaruras uno de los elementos
simbólicos que lo encarnan.
Un, dos, tres por mi |
Tercero, la decisión, maniquea si se quiere, de utilizar entornos “clasemedieros”
que alojaran las escenas representadas en los dibujos, fue precisamente con la
intención –irónica- de infiltrar la violencia a los espacios en los
que supuestamente “no existe” y en torno a las personas que, creemos, “no les
toca”. Retomando la pregunta, yo no creo
que haya gente, o al menos no mucha, que viva en entornos “seguros” o que la
violencia le sea ajena. Tampoco considero -como planteas- que se estén intercambiando unas vidas por
otras; obviamente la violencia se recrudece en entornos a los que se suman la
pobreza y el abandono, pero yo no diría que la llamada clase media, de por sí diminuta y esmirriada, se esté “salvando”.
En las obras que conforman
esta exposición, las personas están siempre con un pie en su vida cotidiana y
el otro en la violencia. Se crea un alto grado de tensión para el espectador pues
toma consciencia de que en cualquier momento se puede desatar algo en esos
escenarios. ¿Cuál es tu interés en hablar sobre la vida cotidiana y
la muerte?
Yo no se si un espectador puede “tomar consciencia” a través de la obra de
algún artista. Cómo sea, el iluminismo nunca ha sido lo mío. Lo que persigue
este grupo de piezas, más que hablar sobre la vida cotidiana y la muerte o
representar la violencia en sí misma, es presentar una serie de escenas en las
que la violencia, de inicio muy patente, se va filtrando paulatinamente en la
vida hasta volverse prácticamente invisible. Nos acostumbramos a ella y la
convertimos en una cosa más que, como tantas otras, se lleva a cuestas y deja,
por consiguiente, de llamar la atención.
Such is life in the tropics |
¿En México somos
conscientes de que de un instante a otro la vida se puede terminar de forma violenta?
No se si somos conscientes, lo que sí estamos es atemorizados y hartos, con
justa razón diría yo.
En la instalación de las
armas ¿ellas mismas nos crean seguridad? ¿Estamos en un ambiente seguro rodeado
de armas?
Muchas de mis piezas -si no es que la gran mayoría últimamente- son pensadas
como ironías absurdas; ese es el caso de la obra “Panic” que mencionas. Mi planteamiento es el siguiente: cuando la
seguridad no es garantizada por el Estado, que es –como decía- una de las
razones principales por las que éste es concebido, no habrá nunca armamento
suficiente que pueda servir para “auto-protegernos”. En un país como el nuestro
en el que el Estado funciona parcialmente, por no decir que para la mayoría de
los mexicanos es francamente inexistente, la seguridad se vuelve entonces un
anhelo, una mera ilusión, tan intangible y tan lejana como ese Estado al que
querríamos pertenecer. En este sentido, decidí llevar a cabo una representación
“Ilusoria” a través del dibujo de una serie de armas en escala 1:1, para
presentarlas como una presencia vicaria de la seguridad anhelada, tan útil –sin
voluntad de ofender- como la imagen de un santo o una virgen: una solución
“falsa” como la representación en sí. Armarse para paliar el miedo a toda
otredad nunca servirá de nada. Por otro lado, me interesaba reflexionar también
en torno al acceso relativamente sencillo a las armas: están ahí, en nuestras
vidas, al alcance de la mano, para todos, aún en una sala de museo.
Panic |
¿Cuando el Estado deja de
brindarnos seguridad llegó el momento de que todos nosotros tengamos un arma
lista para usarse como sucede con una parte importante de la población en EUA?
Pienso en la obra Hágalo usted mismo II,en la que te autorretratas en una
maniobra de autodefensa.
Retomando la respuesta anterior, esa “parecería” ser la única opción que
nos dejan; pero de nuevo, la pieza está presentada como un absurdo y no como
“lo que yo haría”.
Hágalo usted mismo II |
¿De qué manera el dibujo
sirve como un vehículo eficaz para plantear tu problemática? ¿Por qué no usar
fotografías en obras por ejemplo como las de la chica leyendo con una granada u
otras? Por otra parte, ¿cuál es la necesidad que te lleva a viajar del grabado
al dibujo y a la pintura? (en esta exposición no hay pintura, pero has pintado
sobre esta temática también).
Esta respuesta también va por partes. La exposición está compuesta por
una serie de piezas que fueron escogidas de un período de producción que duró
cerca de un año, en el que fundamentalmente me avoqué al dibujo, pero también realicé
alternativamente pequeños proyectos de grabado. Las obras principales de la
exposición son, claramente, esos dibujos, aunque se decidió incluir, además, una
muestra de la gráfica. Dicho lo anterior, yo no creo que haya existido un viaje
entre un medio de ejecución y otro, el proyecto presente no incluye en modo
alguno la pintura. Las pinturas de las que hablas fueron parte de otros
proyectos previos, que sin duda guardan alguna relación con el actual, pero yo
no los incluiría en el mismo tema: antes pinté también playas y militares que
asechan, o bien “protegen” a los turistas y sería absurdo creer que la obra del
presente no abreva de la anterior, pero aquellas piezas tuvieron su razón de
ser en un proyecto que buscaba otras reflexiones –parecidas desde luego, porque
toda violencia tiene su origen en “nos-otros”- pero no las mismas. En esta
exposición quise que la violencia fuera íntima antes que social.
En descanso |
Recapitulando, no considero que para escoger un medio de
ejecución tenga que existir una “necesidad” como tal; en eso siempre habrá
–creo- un altísimo componente de arbitrariedad, contra el que no tiene mucho
sentido “luchar”: ¿es necesidad lo que lleva a un músico a escoger entre el
violín o la flauta transversa; o a un físico a seleccionar la Astrofísica o la
Física Nuclear? No se si la afinidad que un artista tiene con uno o varios
medios deba ser -o siquiera pueda ser- justificada. Seguramente este proyecto
pudo ser resuelto con otros medios de ejecución, la fotografía, como bien
dices, el video o cualquier otro; luego, también lo pudo hacer alguien más.
En cuanto a si el dibujo resulta un medio eficaz para
plantear estos u otros temas, creo que esa responsabilidad es en todo caso mía
y no del dibujo. Si entre los contenidos y el medio de representación –que es
otra cosa- existe alguna dialéctica, entonces el ejercicio compositivo fue eficaz. También puede ser que me haya
equivocado y la obra no se sostenga, pero ese juicio –al menos en este momento-
es más fácil que lo hagas tú o cualquier otro espectador que yo.
Cajita feliz |
¿Tienes alguna claridad
respecto de seguir abordando esta temática o cambiar? ¿Qué tan importante se
vuelve para ti reflejar de manera artística algo que se vive día a día en las
calles?
Yo no veo las piezas como un registro, a fin de cuentas son todas escenas
que inventé –por decirlo de alguna manera- a través de una serie de bocetos. La
violencia de nuestras relaciones sociales ha sido el componente principal de
los contenidos de mi trabajo por un largo tiempo, y en distintos proyectos he
tratado algunos de sus funestos aspectos; me sucedió entonces lo inverso a lo
que preguntas: tristemente, la vida en la calles fue poco a poco pareciéndose a
mis piezas. Esta exposición es la primera entrega de un proyecto más amplio que
se irá ajustando en el futuro. Por lo pronto sí seguiré en la misma tónica,
pero las especificidades temáticas serán otras, obviamente. Por cuánto tiempo
más me interesarán esos contenidos, no lo se. Supongo que eso lo determinará el
propio proceso de trabajo.
Hágalo usted mismo I |
Se habla en los textos de
sala sobre el vacío de la cotidianidad, ¿desde qué perspectiva abordas esto en
tus piezas?
Los tres textos de sala son extractos de los ensayos que tres autores
hicieron para el catálogo de la exposición. Para no caer en algo así como “lo
que Rafael López –autor del texto en cuestión- quiso decir”; mejor te invitaré,
en fechas próximas, a la presentación del catálogo en la que participarán todos
ellos.
Gracias Iván y
felicidades.
Muchas gracias a ti y especialmente a tus lectores. Espero que la
entrevista no haya resultado aburridísima.
Invisible |
La atracción del momento |
Región 4. Lic. Primo Verdad 10 esq. con Moneda. Centro Histórico, México DF. 06060.
55221535
Lunes a viernes de 10 a 18 h, sábado de 10 a 15 h
Hasta el 6 de octubre
2012
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