Abril Castillo
Es usual la comparación de las
profesiones creativas con el juego. Baste ver el quehacer de
artistas-diseñadores-ilustradores como Isidro Ferrer, invitado del congreso de
ilustración fig.02, para comprobarlo. Así, hay que tomar ese juego cotidiano
con la seriedad de un niño, como describe Cortázar, y disfrutar de todos los eventos
culturales, que no son otra cosa que la hora del recreo que, igual que tantos
momentos ansiados, terminan por volverse una tradición.
Muchos
ilustradores esperan, como quien espera la navidad, la Feria del Libro de
Bolonia, la Bienal de Bratislava; en México la FILIJ y, desde hace dos años, Filustra
(congreso de la FIL organizado por la agencia de ilustradores Pencil). Y ahora
en Bogotá, acaba de celebrarse el segundo año del congreso internacional de
ilustración fig.02, organizado por {img.}proyectos.
En su
primera emisión, los organizadores (José Rosero, Diana Arias y Jorge Restrepo)
consiguieron gestionar la participación de invitados de toda Iberoamérica. El
fig.01 contó con invitados de la talla de Alfonso Ruano (Esp), Alejandro
Magallanes (Mx), Manuel Monroy (Mx), Jairo Buitrago (Col), Rafael Yockteng
(Col), Gerald Espinoza (Ven), Marta Vicente (Arg), Diego Bianki (Arg) y Luis
Scafatti (Arg). Este último impartió un taller, organizado por Tinto&Tinta
(hoy Casa Tinta), dirigido a estudiantes y profesionales de la ilustración.
Pero este
año se volaron la barda no sólo al traer a Isidro Ferrer (Esp) (cuyo taller
prácticamente me hizo viajar a Colombia), Wesley Burt (EU), joven de increíble
talento de concept art; Alberto Montt (Ch), famoso por sus dosis diarias, Gabriel Pacheco (Mx), Cecilia Rébora
(Mx), Valeria Gallo (Mx), Amadeo González (Pr), que no sólo hace unos fanzines
con mucho corazón, sino que tiene su propio grupo de rock; y Kestutis
Kasparavitius (Lt), ilustrador lituano que hizo una jirafa de unos seis metros
de largo, con un grupo de niños que se empeñaba en pintar afuera del papel.
El congreso
duró tres días, y para asistir era necesario inscribirse y cubrir una cuota.
Hubo cerca de doscientos asistentes, entre estudiantes, maestros, editores,
ilustradores e interesados en este arte y profesión. Para el cierre, de entrada
libre, se contó con la presencia de proyectos que vale la pena destacar, como
la revista Caldo de Cultivo, de
España, y la Editorial Robot, de Colombia, dirigida esta última por el
increíble Trucha Frita.
El país
invitado de la Feria internacional del Libro de Bogotá (FILB) fue Brasil, y en
su pabellón había libros que suele ser raro encontrar en México, y otros que
por suerte la distribuidora mexicana Libros para Soñar trae bastante, como los
de la editorial Callis (y varios ilustrados por la mexicana Cecilia Rébora). Algo
memorable fue conocer a Roger Mello, ilustrador brasileño cuyo trabajo deja sin
aliento, y tiene una decena de libros publicados, de los cuales tristemente
ninguno se consigue en México.
En el
recibidor de la Sala Leon de Greiff, en la cual tuvo lugar el congreso, se
montó la exposición “La impredecible gráfica brasileña”, con trabajos de
artistas jóvenes de dicho país. Asimismo, se podía encontrar una muestra de
México, en un muro de la misma sala, donde se colocó una selección del XXI
Catálogo de Ilustradores de Conaculta, y en el exterior de la entrada y en
dirección al pabellón de libros infantiles y juveniles, la exposición del
Segundo Catálogo Iberoamericano de Ilustración, organizado por Fundación SM, El
Ilustradero y la FIL de Guadalajara.
Además, en
el marco del congreso, se generó y
publicó la Memoria del fig.01, con textos de Alfonso Ruano, Juan Martínez Moro
y Jairo Buitrago, entre otros. Lo que sí se extrañó (mucho) fueron las fotos e
ilustraciones, el lector no deja de sentir un profundo desasosiego al abrir la
memoria de un congreso de ilustración y ver imágenes sólo construidas por las
palabras. Esperemos que la memoria de este año sea despampanante.
La novel
Casa Tinta tomó la decisión de que este año se impartieran cinco talleres
simultáneos, lo que posicionó el proyecto con una gran entrada en escena (luego
de dejar de ser Tinto&Tinta), pero también causó que, como en las fiestas que
reciben a demasiados invitados, los anfitriones no pudieran gozar de los
talleres, como sí ocurrió el año pasado. Gajes del oficio.
Todos los
talleres se llenaron, y fue un gran acierto que cada uno estuviera dirigido a
diferentes públicos. Wesley Burt y el concept
art, Gabriel Pacheco y la construcción de un discurso bien conceptualizado
a través de la ilustración, Kestutis Kasparavitius en el mencionado taller
dirigido a niños de la jirafa gigante, y el taquillero Isidro Ferrer que tuvo que prolongar su estancia y dar dos
talleres.
Pero luego
del congreso no es que los ilustradores se duerman y vuelvan abajo de sus
piedras. Para enriquecer y darle seguimiento a la profesionalización a lo largo
del año, en Bogotá está la propuesta de educación continua con talleres
organizados y gestionados por Casa Tinta. O bien esas maravillosas librerías
independientes como Casa Tomada, que a veces se extraña que en México no haya
más. En Medellín desde el año pasado está el proyecto Averyoveo, que da
talleres para niños y profesionales.
Lo cierto es
que en nuestro país, la UNAM en la Academia de San Carlos y la Casa
Universitaria del Libro, ofrece cursos, talleres y diplomados. Así como la
Galería Vértigo que a lo largo del año trae a numerosos artistas internacionales
y, junto con otros tantos nacionales, genera una cartelera de talleres de
profesionalización que vale la pena seguir. Por su parte, el Centro Cultural deEspaña en México, Conaculta y distintas
universidades, generan en sedes variadas (Oaxaca, Xalapa) el Circuito Académico
de primavera y de otoño, para dar continuidad a la profesionalización.
La FILIJ además, organiza concursos, como el de cartel invitemos a leer, el de
ilustradores, el de cuento, y desde el año pasado, el de libro ilustrado
(publicado e inédito). El Ilustradero, por su parte, organiza junto con
Fundación SM, el Catálogo Iberoamericano de Ilustración que
desde este año es gratuito y la inscripción en línea. Y con el proyecto
Iberoamérica ilustra, se han generado a partir del catálogo y su itinerancia
iberoamericana, talleres para niños y profesionales, para mantener así viva la
especialización.
El próximo
año Bogotá promete mucho, pues no sólo tendrá lugar el fig.03, sino que Fundación
SM prepara por segunda vez, el trianual Congreso Internacional de Lengua y
Literatura Infantil y Juvenil (Cilelij),
así que los interesados, vayan preparando motores. En México será una lástima
que este año no se celebre Filustra en la FIL de Guadalajara, si bien ya tiene varias
sorpresas preparadas para los ilustradores; aun así, vale mucho la pena ir. Ya
veremos qué invitados apantallantes trae la Filij, que cada vez refuerza más el
papel del ilustrador en esta feria en principio dedicada a los niños, pero en
seguida sede también de profesionales de la ilustración.
Este juego
es nuestra profesión y, como tal, la capacidad de crecimiento como
profesionales se enriquece con el intercambio, y genera la sensación de estar
viviendo una suerte de sueño bolivariano.
Entrada al congreso |
Expo Catlber |
Taller Kestutis |
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